Luego de descartar la posibilidad de trasladarse hasta la Antártida para conmemorar la fecha patria, el mandatario participa este miércoles del clásico Tedeum por el 25 de Mayo.
El presidente Alberto Fernández asiste este miércoles al tradicional Tedeum que se celebra en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires con motivo de los festejos por un nuevo aniversario de la revolución de 1810.
Su participación quedó confirmada luego que el lunes se descartara la posibilidad de que el jefe de Estado se trasladara hasta la Antártida para conmemorar la fecha patria.
La celebración está encabezada por el arzobispo y primado de Argentina, Mario Poli, y cuenta con la presencia de ministros de otras confesiones religiosas.
Durante los dos primeros años de su mandato, con motivo de la pandemia de coronavirus, Fernández participó de los Tedeum de manera virtual.
La celebración del Tedeum («A ti, Dios», en latín) se realiza todos los 25 de Mayo desde el primer gobierno patrio de 1810, en agradecimiento por el surgimiento del Estado argentino, que proclamó su independencia formal en 1816.
En ocasiones anteriores, al participar de la celebración, los mandatarios llegaron caminando desde la Casa Rosada a la Catedral y, ya dentro del templo, se dirigieron al mausoleo del libertador general José de San Martín para rendir homenaje y colocar una ofrenda floral.
Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, durante sus mandatos, eligieron participar de celebraciones religiosas pero «federalizaron» la sede, llevándolos a distintos puntos del país.
Mientras tanto, la planificación del viaje a la Antártida recibió informes técnicos que desalentaron su realización.
El Servicio Meteorológico Nacional había señalado la necesidad de «tener en cuenta la incertidumbre del pronóstico, que en esta época del año es alta».
«La posibilidad de que se produzca el fenómeno ‘mar de nubes’, combinada con las bajas temperaturas, los vientos entre fuertes y moderados, que se esperan entre la madrugada del 25 de mayo y las primeras horas de la mañana, dan lugar a condiciones que no son las más favorables para una visita», explicaron desde el organismo.
Se agrega a ello las pocas horas de luz solar características de la época acortan «el margen para adaptar los horarios a la espera de condiciones meteorológicas adecuadas».